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Finalización de obra
RESIDENCIA ASISTIDA PARA GENTE MAYOR EN MANRESA
Agosto del 2022
Residencia de 171 habitaciones en el sector Concòrdia de Manresa
Un complejo cómodo y accesible definido en torno a un gran jardín central
El diseño de la residencia promueve una vida saludable en contacto con la naturaleza, con unas habitaciones diseñadas para aprovechar las vistas a Montserrat, complementadas con espacios interiores comunes luminosos y accesibles que fomentan la relación entre sus usuarios, y unos espacios exteriores articulados mediante la configuración de un gran jardín central que genera un recorrido para dar paseos al aire libre.
Un centro organizado en torno a los espacios exteriores
El edificio se resuelve en un volumen compacto en forma de “L”, que se organiza en una planta baja relacionada con los espacios exteriores de la parcela y seis plantas de habitaciones y terrazas.
Esta disposición volumétrica, que venía dada por el planeamiento vigente, libera un amplio espacio de la parcela que se diseña como gran jardín central.
Espacios cómodos y accesibles
La relación entre el edificio y los espacios exteriores se enfatiza en la planta baja mediante un gran espacio cubierto que actúa como porche de acceso al edificio. Este gran ámbito sombreado genera un refugio climático y permite una llegada cubierta a la residencia a través de un recorrido en contacto con el jardín central. Teniendo en cuenta las posibles necesidades de los distintos usuarios, se favorece una entrada cómoda y accesible en el centro tanto a pie como en vehículo.
Potenciando unas vistas privilegiadas
La distribución de la residencia cuenta con una planta baja que alberga los usos más públicos, como despachos directivos, áreas médicas y de rehabilitación y salas de visita; mientras que las plantas superiores se destinan a los programas más privados, como habitaciones, comedores y salas de estar o de descanso.
Las plantas tipo ubican los espacios comunes en la intersección de los dos bloques, obteniendo unas condiciones lumínicas óptimas y muy buenas vistas del entorno. A partir de este espacio central se distribuyen las habitaciones, que cuentan con vistas al jardín central y a Monserrat, o bien al edificio histórico de Can Vinyes, situado sobre una pequeña colina. Los núcleos de comunicación verticales se ubican entre las zonas comunes y los espacios privados, optimizando los recorridos y facilitando la orientación de los residentes y el control por parte del personal de la residencia.
Por último, las habitaciones han sido diseñadas para mejorar las condiciones requeridas por normativa, a fin de promover el confort para los usuarios. Por este motivo se han desarrollado unas habitaciones más grandes de lo habitual y con unas características de iluminación y ventilación idóneas, muy superiores a las indicadas por normativa.
Un gran ventanal que fomenta el bienestar y modula la fachada
La colocación y tamaño de las ventanas ha sido clave para la configuración de las habitaciones, partiendo de la experiencia del usuario. Por eso el gran ventanal es el protagonista de todas las habitaciones y está diseñado para poder ofrecer vistas al exterior incluso desde la cama, fomentando el bienestar de los usuarios con movilidad reducida.
La fachada se resuelve con un sistema modular que parte de este gran ventanal. Por la regularidad programática del edificio se propone un juego con las ventanas a portillo, rompiendo así la verticalidad de fachada. Su configuración se modula de forma diferente enfatizando las zonas centrales y más públicas del edificio, como son las salas de estar o comedores, ofreciendo mejores condiciones lumínicas en estos espacios.
Un jardín central organizado en niveles
El proyecto se ha desarrollado teniendo en cuenta la importancia de contar con espacios exteriores de calidad y en contacto con la vegetación. Por este motivo, el edificio no sólo se centra en la creación de un jardín terapéutico central, sino que define este jardín a través de la configuración de diferentes espacios diferenciados.
Este espacio exterior se ha pensado para favorecer los cinco sentidos: el olfato a través de los distintos aromas del jardín, la vista con las texturas y colores, el tacto con las sensaciones de calor o frescura del aire húmedo o el oído gracias al zumbido de los insectos polinizadores.
Un paseo por diferentes espacios
Un recorrido sugerente diseñado para dar paseos al aire libre discurre a través del gran jardín, a modo de camino de los sentidos. A lo largo de este recorrido circular se van formando pequeños espacios de descanso que facilitan la relación e incentivan la comunicación entre las personas, relacionándose con árboles de diferentes especies, en su mayoría caducos, que mejoran las condiciones ambientales de estos espacios.
El jardín de los aromas es una de las piezas centrales del jardín exterior. Consiste en una plantación ordenada de vegetación arbustiva aromática, que se agrupa por especies conformando un “oloretum”.
Un gran prado verde se diseña como un claro en el bosque, situado entre los árboles de su perímetro y la fachada del edificio. Es un prado verde con vegetación tapizante y cierta floración que se eleva sobre el nivel de los caminos, generando un espacio diáfano donde albergar actividades al aire libre.
El jardín de las flores cuenta con una geometría más compleja, con ciertas pendientes y taludes que permiten la adaptación topográfica a los lindes de la parcela. En su plantación se potencian los colores vivos y cambiantes a lo largo del año, con floraciones alternas y variadas, que amplifican el carácter vivo y dinámico del jardín.
Promotor: METROVACESA, S.A.
Arquitecto: BATLLE I ROIG ARQUITECTURA, S.L.P.